Lectura: HISTORIAS DEL KRONEN (José Ángel Mañas)

Título: Historias del Kronen.
Autor: José Ángel Mañas
Tipo de texto: Novela.
Sinopsis: Carlos es un joven estudiante, hijo de una familia acomodada, que apenas ha cumplido veintiún años. Vive de noche, cuando cualquier situación se puede llevar un poco más lejos para transgredir el límite. El sexo, el alcohol, las drogas y la ausencia de escrúpulos son sus compañeros de correrías; el desprecio por los débiles, por el trabajo y por las mujeres, su bandera. Pero llega el día en que las aventuras empiezan a sucederse una tras otra como en una noche continua, viviendo cada momento como si fuese el último, hasta precipitarse en una vertiginosa espiral hacia la destrucción. 


Historias del Kronen, la primera novela de José Ángel Mañas, fue finalista del Premio Nadal en 1994, cuando el autor contaba con 23 años. Cuando uno entra al mundo literario tan joven, tan fuerte, con tantos proyectos y de la mano de un premio tan prestigioso que otorgó nombre eterno a autores como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Fernando Arrabal, Manuel Vicent, Juan José Millás o Alejandro Gándara, hay que andar con paso firme pero lento. Firme a tu estilo, a tus historias, a tu arte; lento en cuanto a cauteloso, a no querer correr, ser un best seller en pocas semanas, conceder entrevistas a cuanto te las pida, convertirte en un ídolo de masas juvenil. No, o serás algo más parecido a Laura Gallego que a un Premio Nadal.
Historias del Kronen, una novela breve que se lee en tres días o una semana de viajes en metro, tiene una fuerza devastadora. Cada una de sus páginas produce vértigo, es rápida, osada, violenta, cruda. Es prosa auténtica. Habrá que leer muchas críticas estúpidas -porque no se me ocurre otro calificativo- que hablen de el mal lenguaje de Mañas. Punto uno: no es el lenguaje de Mañas, sino de su protagonista, Carlos -vendrán los ineptos que acusan a Nabokov de pederasta por escribir Lolita, aquellos que no tienen la más mínima idea de literatura y creación literaria y se creen que el autor piensa lo mismo que sus protagonistas-; punto dos: el lenguaje literario se adapta a la historia, y buen escritor es aquel que puede escribir una historia con frases larguísimas y términos complicados porque el protagonista es un catedrático jubilado, y novelas con frases como "me jode ir al Kronen los sábados por la tarde porque está siempre hasta el culo de gente. No hay ni una puta mesa libre y hace un calor insoportable ... "porque su protagonista es un chaval desfasado de 20 años.
Por eso Mañas es un buen escritor, porque cada una de las palabras de su texto están justificadas para con la realidad que describen. La historia -su presentación, su nudo y su desenlace- se enredan, se hacen incomprensibles, se deshacen en una noche eterna en la que no logras recordar cuál fue el principio y si puedes imaginarte el final: algo malo va a pasar. Pero puedes salir cualquier noche a pasear por Madrid, aunque ya no paguemos en pesetas, aunque ya no llevemos vaqueros pesqueros ajustados, aunque ya no venga Nirvana a dar conciertos... Mañas sabe dramatizar el desenfreno, la desazón, la falta de ilusiones, la rabia y el aturdimiento como pocos.

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