Un paseo por lo cotidiano...

- La comisaria y lo cotidiano

Tras una amplia cristalera, amontonada entre comercios, desapercibida entre los coches y autobuses que vienen y salen de uno de los puntos más contaminados de Europa, el Intercambiador de Avenida de América, se encuentra la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Ésta viene celebrando desde hace unos años un intento de potenciar la creación joven y contemporánea de la ciudad, y convoca el certamen anual Se busca comisario. Beatriz Alonso, licenciada en Historia del Arte por la UCM, Máster en Arte Contemporáneo por la Europea de Madrid, doctorándose a través de la UNED y ganadora del certamen de comisariado Inéditos de La Casa Encendida en 2009, ha sido la ganadora de este año y expone en dicha sala el proyecto Hacer en lo cotidiano



La comisaria nos recibe en una tarde lluviosa y de huelga de metro. Las cristaleras de la sala, que normalmente proyectan una inmensa luz, bañan de una tonalidad grisácea las obras dispersas que, como su título promete, a primera vista tan sólo parecen trozos de lo cotidiano. Aviso: ésta no es una exposición para cínicos y excépticos, esos otros personajes del arte contemporáneo. Pero, ¿qué es lo cotidiano? La idea surgió a partir de su tesis doctoral y de la obra de Michel de Certeau La invención de lo cotidiano. A través de una selección de obras de artistas madrileños la comisaria indaga en la capacidad que tiene el arte para repensar lo cotidiano, para mirar hacia lo cotidiano o incluso de incidir en aquello que sucede todos los días y suele pasar desapercibido porque está siempre ahí y no le prestamos la atención suficiente. "El libro analiza las estrategias y las tácticas que siguen los ciudadanos para encontrar otra forma de apropiarse de los objetos producidos en serie, los espacios que nos son dados. Yo traslado esas ideas que de Certeau sitúa en la ciudadanía a un contexto artístico". 

¿Cómo se articuló la exposición colectiva? Le pregunto a la comisaria si antes llega la idea o antes llegan los artistas. Piensa. "Hay muchas maneras de entender el comisariado". En su caso, explica, la idea surge a partir de una investigación previa: "la capacidad que tiene el comisario de generar situaciones y poner en común a mucha gente, algo que está siempre en proceso y creciendo. Hay que adecuarse también a la institución, cada una trabaja de una manera, tener una capacidad humana para trabajar con artistas, el personal, el público… Hay que lanzarse y presentar proyectos, a tu casa no vienen, hay que trabajar muchísimo". Algunas obras ya las conocía, y en ellas vio un hilo común que a su vez le llevó a buscar a otros artistas que trabajasen en líneas similares y este procesó conformó un mundo propio.

La exposición está dividida en dos bloques: el primero, el que ahora se expone, se centra en una postura que llama la atención sobre aspectos cotidianos a través de nuestros objetos del día a día, y también llama la atención sobre situaciones a las que nos enfrentamos continuamente. Parte de una postura de lectura, de mirar de otra manera o llamar la atención sobre cosas cotidianas. El siguiente bloque toma como punto de partida una postura de incisión, de intentar generar pequeños cambios en espacios cotidianos, pero siempre desde una postura poética, "que para mí siempre es política. Replantearte tu día a día de otra manera ya es una postura política". Esta segunda se presentará más mediante acciones, traspasará la frontera de la cristalera y saldrá a la calle mediante performances. Además, de forma paralela, se han realizado otras actividades: talleres de creación, que buscan involucrar a más profesionales del sector en la ciudad; un programa de mediación llevado a cabo por Pedagogías invisibles, que hacen visitas guiadas al público general los sábados a las 18.30 o cualquier día de la semana para grupos específicos bajo reserva; encuentros con los artistas en formato merienda, sentados sobre los muebles de Roberto Vidal transformados en un taller de mobiliario previo a la apertura. Todas estas actividades no sólo eran un requisito indispensable del certámen, si no un preocupación esencial de la comisaria y de los artistas, que no querían limitarse a una inauguración y olvidarse de las obras. ¿Al público le gusta? "Está funcionando muchísimo mejor de lo que yo me esperaba. En el último encuentro aquí no cabía más gente".

- Las obras

Como en casa Begoña Olavarrieta

Se compone de dos paredes.  La artista genera un espacio lo más parecido posible a su espacio doméstico. Es un despliegue de dibujos, cuadros, notas, libros de referencia, lámparas, plantas… objetos muy biográficos, cotidianos todos ellos en su día a día. En paralelo a la instalación, la artista sigue viniendo a trabajar aquí un par de tardes a la semana como si la sala fuese su estudio –de hecho, aparece mientras hacemos este reportaje-. En el corcho va clavando lo que está haciendo durante los meses de la expo. Además, las visitas pueden dejarle recados y arrancar un número de teléfono para contactar con ella. Está muy preocupada de que su obra no sea sólo exponer en un cubo blanco; quería introducirse aquí y estar en contacto directo con el público.


Relatos de lo que queda María Castelló Solbes
Es una arqueología de objetos abandonados u olvidados en el espacio público y encontrados a lo largo de un año por la artista. Fotografió estos objetos descontextualizados sin nada de presencia humana. Lo que le interesa a la artista es la capacidad narrativa de estos objetos, cómo pierden el relato original de aquellos que los compraron para generar otro nuevo. El público puede generar una historia nueva acerca de cada uno de estos objetos al suponer a quién pertenecieron, por qué llegaron hasta allí qué será de ellos ahora. Todos estos objetos en un momento dado conllevaron el deseo de una posesión y después están totalmente desposeídos, abiertos al nuevo deseo de una nueva persona.



Del montón Julio Adán
Se trata de materiales muy sencillos, algunos de deshecho a los que otorga una capacidad poética muy grande y una lectura muy distinta al través del título, una pieza en dos partes al 50%.  Estas virutas de goma de borrar, fotografías, polvo de carboncillo han sido producidos durante el propio proceso creativo del artista. Así, los elementos que para él son más comunes adquieren un nuevo significado al ser sacados de su mundo y expuestos ante un extraño.


Cada libro en su sitio Hisae Ikenaga
La artista trabaja siempre en torno a la deconstrucción del mobiliario, cómo dar otros usos y lecturas a la ordenación de los objetos y espacios domésticos.  Ella vive en un espacio de alquiler donde los muebles le parecían horrendos y decidió cambiarlos. Cuestiona mucho el concepto de utilidad en el sistema capitalista cómo esta disfunción altera nuestros referentes. Los libros han sido especialmente encogidos: algunos prestados, otros que la han marcado, que ha traído del extranjero, que no ha terminado por soporíferos…


Instalación específica de Julio Falagán
Este artista, crítico con la realidad que le rodea pero sin olvidar su componente lúdico, casi siempre trabaja interviniendo cuadros ajenos o diversos referentes pictóricos de la cultura popular. La comisaria le invitó hacer una composición en la esquina de la planta superior, pero cuando el artista vio este espacio tan raro, con una pared que no llega al techo y deja una extraña cavidad que nadie sabe a dónde va, quiso intervenir aquí. Le interesa que la gente no sepa dónde acababan los cuadros, cómo son del todo, en esta curiosa mezcla de iconografía clásica y pop contemporáneo. Ha dado menos importancia a los cuadros a nivel individual y más al conjunto en su relación con el espacio. La propia disposición de la obra ya es muy particular: el espacio iluminado desde abajo, colocado en un techo en vez de en una pared.


Siempre fugitivo Luis Vassallo
La obra se articula en dos piezas: por un lado las pintura de las series Tamborileros y cosas bajas, para cuya realización parte de objetos cotidianos para darles otras miradas y lecturas plásticas; y la otra pieza es un vídeo en una carcasa de cerámica hecha por él mismo que graba desde la ventana del cuarto en donde él suele trabajar. Graba pequeños momentos del día a día que llaman su atención, como la luz que transluce la malla de obra verde. El vídeo  muestra cómo es el inicio de su trabajo y las pinturas la culminación.



El pan nuestro de cada día Luján Marcos
Ésta es la otra obra en proceso durante el período de la exposición. Cuando la comisaria contactó con ella para hacer una pieza específica para esta expo colectiva, la artista se dio cuenta de que lo más cotidiano para ella era el pan.  El pan le lleva a situaciones familiares de su infancia, a las historias de los abuelos que nos cuentan sobre la falta de pan en tiempos de posguerra.  Los altares de pan están acompañados de una doble proyección: un cielo y sombras. Es el pan, además, un objeto simbólico, base de muchas culturas y mitologías. Poco a poco durante estos 102 días la artista va aportando más pan a la instalación, y va a abrir una convocatoria para que la gente traiga su propio pan.


Colección privada Leonor Serrano Rivas
También arquitecta, con esta obra recrea la estantería de un salón a través de grabaciones del lugar de origen e incluyendo en las baldas algunos de los objetos reales. Trabaja con elementos muy domésticos por un lado y con la normativa arquitectónica por otro. Al lado, reposan una serie de dossiers en los que declara en ruinas objetos de su casa, pero para hacerlo sigue el mismo procedimiento como si quisiese declarar en ruina un edificio. Con la normativa específica e inventa unas historias del todo justificadas para declarar en ruinas estas partes de su vida, lo que hace que nos cuestionemos acerca de las normas que rigen nuestra sociedad.



De bien nacidos es ser agradecidos Maite Angulo
Un televisor proyecta grabaciones cotidianas durante dos o tres meses que la artista tomó con un móvil por las calles madrileñas a lo más paparazzi.  Sobre los cojines, en los auriculares, una serie de grabaciones de voz que la artista también robó del entramado de la ciudad. Es la obra que cumple de una manera más directa la fijación total en lo diario. Ni las grabaciones ni los audios están manipulados. A la artista le gusta trabajar con los desconocidos, la presencia de lo anónimo en el contexto de la gran ciudad.



Visitas Velázquez Cabrero
Este estudiante de Bellas Artes muestra, al otro lado de una cortina negra en la palnta baja, cómo las personas que nos rodean y las relaciones que mantenemos con ellas influyen en nuestra maduración y la creación de conocimiento. Seis personas de su entorno entre amigos,  familiares y algún desconocido son cegadas con una venda al entrar a casa del artista, y después entrevistadas sobre múltiples aspectos de la vida mientras el joven artista anota las respuestas a su lado, completamente desnudo sobre la cama. Eliminada la visión se eliminan las barreras. 

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