Litarco

La semana del arte en Madrid puede resultar absolutamente agotadora. Se dan cita en apenas cuatro días las ferias de arte contemporáneo más importantes del año en la capital : la omnipresente ARCO seguida muy de cerca por Art Madrid y con empuje de emergentes como Just Mad. Este año, además, una de las ferias con formato más innovador -y que, como ahora os contaré, ha creado escuela- ROOM ART FAIR , también traslada sus fechas habituales del otoño a la semana del 26-28 de febrero . El cambio de fechas de RAF, que la próxima edición cumple cinco años, tiene un aspecto negativo, y es que la competencia es múltiple, antigua y dura. Puede que atraiga al visitante extranjero que recala en esos días en Madrid para hacer un recorrido exprés de todas las ferias, pero perderá a los visitantes habituales saturados de tanto arte en tan corto lapso de tiempo.

No todo es ganar premios. Muchas, muchísimas veces, el talento se escapa de las manos de los jurados. Pero ayuda. Ayuda el reconocimiento y ayuda el propio premio. Y, a veces, aunque tan sólo supongan una inyección de autoestima para el artista, se trata del empujón necesario para seguir adelante. Son muchos los certámenes de pintura que se convocan anualmente en nuestro país, pero los CANSON Art School Awards ya llevan seis ediciones situándose como uno de los premios más deseados. Este año no sólo está abierto a estudiantes de arte de España, Francia y Portugal; por primera vez abre sus fronteras también a Bélgica . En la pasada edición, la primera en la que participaba España, casi la mitad de los participantes totales procedían de nuestro país. De los 156 estudiantes de Bellas Artes que se inscribieron y fueron aceptados para optar a los premios, 62 lo hicieron en fotografía, 48 en dibujo y 46 en pintura. Llamó notablemente la atención que los tres premios concedidos p

A veces, en el hábito de la lectura se producen casualidades que recuerdan a la vida misma. El azar viene a ofrecerte el orden que la razón te niega. Algunos lectores llevan una especie de agenda de lecturas, en la que se organizan novedades, temas y autores bien elegidos para cada momento de su vida. Otros confían en la libertad de deambular entre las estanterías y leer, desordenadamente, todo aquello que vaya cayendo en sus manos. Confieso que soy más de los primeros. Metódicos pero algo desquiciados. Aunque esta vez, promesa, todo fue fruto del azar, que a veces viene a mostrarte cosas magníficas justo cuando estabas a punto de pasar de largo. Descubrí el proyecto Hijos de Mary Shelley por las redes sociales . Lleva ya cinco años de andadura, con sus correspondientes cinco publicaciones, pero yo nunca me había topado con él. Fue en torno a las fechas del festival Celsius 232 , que cada verano celebra en Avilés (Asturias) un encuentro en torno a la literatura fantástica, de

Octubre es el adiós definitivo al verano , cuando caen las primeras lluvias, cuando los días se hacen más cortos, cuando los árboles se vuelven naranjas y granates. Una luz plateada se cuela entre cielos encapotados. El frío nos acerca a los libros , nos invita a pasar la noche en casa aferrados a una lectura, a guarecernos de la tormenta en una librería donde las hojas tipografiadas desprenden un calor que, en cierta modo, nos recuerda al del hogar. Pero octubre es también el mes de los monstruos . Las lluvias, las noches largas y las hojas secas son la atmósfera perfecta en la que imaginar horrores imposibles que deseamos -aunque después pudiéramos arrepentirnos- ojalá existieran. El mes muere en el Día de los Muertos para alumbrar noviembre, más espectral aún. Por todo todo ello,el otoño nos parece el momento perfecto del año para celebrar la literatura del misterio, del horror, de la imaginación, de las pesadillas, de lo extraño, de la perversión... la literatura gótica , en la